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El documento recoge las competencias y funciones de cada uno de los agentes implicados para mejorar la atención a las víctimas




Los agentes y entidades implicadas en la lucha contra la Violencia de Género de los municipios de Miguel Esteban, Quero y El Toboso, cuentan con una nueva herramienta que les permitirá trabajar de forma más coordinada con el fin de ofrecer una mejor atención a las víctimas. 

Se trata del Protocolo de Actuación Local en la Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, un documento que fue formalizado ayer en Miguel Esteban. A él se han adherido los Ayuntamientos de las tres localidades mencionadas, que estuvieron representados por sus respectivos alcaldes, Pedro Casas, Francisco Sastre y Marciano Ortega. Junto a ellos, también participaron representantes de la Policía Local y de la Guardia Civil, además de responsables de los centros educativos, Centros de Salud y las profesionales del Centro de la Mujer.  

El alcalde miguelete, Pedro Casas, aseguraba que la formalización de este protocolo de actuación en casos de violencia de género simboliza la unión de todos las entidades y estamentos que tienen competencias a la hora de actuar contra esta lacra y añadía que “este documento servirá para actuar con mayor rapidez en la detección de los casos y en la actuación”. Del mismo modo, resaltaba la labor que están haciendo las profesionales del Centro de la Mujer de Miguel Esteban e indicaba que “desde que tenemos Centro de la Mujer, las vecinas de Quero, El Toboso y Miguel Esteban se pueden sentir más respaldadas y más seguras en ese aspecto”.     

Por su parte, la presidenta de la Fundación Igual a Igual, Ana Plaza, afirmaba que con este protocolo “estamos dando un paso adelante para intentar que los recursos que tenemos y las fórmulas que están ya en marcha, las coordinemos entre todos, trabajemos todos juntos y, por tanto, optimicemos los recursos que tenemos”. En este sentido, indicaba que las mujeres no van a notar ningún cambio, sino que son los profesionales los que podrán trabajar de una forma más coordinada “para dar rapidez a la respuesta”.

El documento aprobado marca unas pautas básicas de atención y actuación en los procesos, así como itinerarios específicos para los diferentes ámbitos involucrados en dicha intervención, todo con el objetivo de garantizar los derechos de las mujeres víctimas de violencia machista y ofrecerles una protección más integral.